jueves, marzo 24, 2011

Nov. I

Me levanté a mitad de la noche, sin saber bien qué me había pasado. ¡Había sido tan real!
Intenté poner en orden mis ideas y tranquilizar esa sensación de no saber qué era real o qué era un sueño.

Me incorporé en la cama, cogí papel y bolígrafo, e intenté anotar todo lo que recordaba.

Busqué las palabras para describir la brisa fría de la playa en un día de septiembre. El suave viento que estremecía mi piel mientras observaba como él se sumergía en el mar.

Me quedé sola. Vacía. Triste. Esperando a que volviera a salir a la superficie. Pero no ocurrió.

Me senté en la arena y los vaqueros se humedecieron al instante. Atardecía, y los colores me embriagaron hasta el punto de quedarme 'dormida' y despertarme en la cama como cada noche.