viernes, febrero 23, 2007

Hoy quiero gritarle al mundo, un suspiro de esperanza.
La vida merece la pena, aunque a veces intente hacerte ver que no,
o te hunda en la miseria de las enfermedades y depresiones del falso amor.
Y sí, aquí seguimos, con más de una tirita para el alma,
con más de una herida mal curada, y con más de mil historias por contar.
Pero la vida sigue, y tenemos que afrontarla como viene,
y a ser posible con una sonrisa, porque aunque a veces Duela sonreir,
es la mejor manera posible de demostrarte a ti mismo que PUedes con lo que te echen,
y sabes que golpe tras golpe, está un alma herida que lucha porque el corazón e ilusión
se mantengan intactos.
A los que ya no están, o sí lo están en mi corazón, pero no en la realidad. Algún día os daréis cuenta de que lo que realmente merece la pena es la gente que sabe pedir perdón, aunque sea demasiado tarde.
A seguir viviendo, que la vida son dos días, y uno lo pasamos durmiendo
Cansada de vivir de recuerdos dejo mi alma al aire.
Que se la lleve el viento, que no puedo vivir mintiendo,
y menos sobrevivir de recuerdos.
Agotada de encontrar almas que sólo buscan consuelo,
busco en mi camino un corazón que sea de altos vuelos...
que me lleve a las estrellas y me haga sentir nueva,
no que busque en mí el recuerdo de alguien que estaba en su vida.
Sólo quiero seguir viviendo,
que mis dedos no busquen el triste consuelo de las páginas en blanco,
sólo quiero seguir sintiendo,
que en este extraño mundo hay un alma perdida en busca de un letargo,
el dulce letargo de un amor olvidado,
que pronto llena de vida el olvidado corazón.
Cansada estoy de vivir 'esquivando' al Amor.

miércoles, febrero 07, 2007

Lluvia en la ciudad (III)

Allí estaban. Sentados en la arena de aquella playa que había visto nacer todo lo que ahora se reunía en pocos centímetros de fina arena. Tristán, Alberto y Andrea. Él fue el artíficie de todo. Aquella tarde que Tristán se escapó por la playa y Andrea desesperada lo buscaba por aquellos interminables tres kilómetros de playa. Su inquietud era que alguien lo hubiese cogido y se lo hubieran llevado, o lo que es peor lo hubiesen llevado a la perrera. Lo bueno es que tenía el chip identificativo que la reconocía como dueña. TRas más de media hora dando vueltas por la playa, a lo lejos vio como un chico caminaba con perro igual al suyo, ¿sería Tristán??. No podía ser posiible, ya que él no era muy amigable con los extraños, y caminaba dando saltos y mostrando muchas muestras de afecto... Pero cuanto más se acercaba, mejor veía que sí, ése, ese cachorro gigante era Tristán. Al verla, 'Tris' corrió como nunca, y él, ese misterioso chico tan atractivo sonreía. Sólo les hizo falta esa conversación para darse cuenta, allí estaban, unidos por la "cosita que más quería en el mundo, Tristán", según recordaba Andrea. Relax, paciencia, amor, sentimiento, tranquilidad, viento, marea, sal, luz, arena, agua, olas, corazón, amor, paseos, caricias... Y Tristán jugueteando con el anillo del dedo anular del pie de Andrea, mientras la risa inundaba sus corazones, y aquella brisa que todo lo sabía....