sábado, mayo 21, 2005

Y por fin Ono llegó a la ciudad...

Esta semana han venido a mí muchos recuerdos. En las explicaciones del profesor José Álvarez Marcos para la última práctica en el blog, han renacido en mi pensamiento algunas vivencias olvidadas del momento en el que la televisión por cable llegó a la vida familiar...
Un año antes de que entrase en la Universidad de Sevilla, la empresa Ono llegó a mi casa. Hacía cerca de año y medio cuando se escuchaban los rumores en la ciudad de que esta empresa era una de las más baratas en telefonía(con sus ofertas de Ono a Ono gratuitas) e Internet; además de ofrecer la posibilidad de tener por un módico precio televisión por cable.
Pues nada, tras año y medio de espera por las numerosas obras por toda la ciudad para instalar los cables de la instalación, por fin Ono llegó a mi barrio. En casa ya estaban decididos a darse de baja en Telefónica por la increíble oferta que ofrecía la competencia de hablar de un teléfono Ono a otro de forma gratutita para el resto de la vida(algo que convencía a mi madre dado que todos mis familiares ya eran de Ono).
Pero bueno una cosa era el teléfono y otra Internet y la televisión por cable. A primera vista convenía(por el precio ofrecido) la oferta del paquete de teléfono, televisión e Internet; pero a medida que íbamos preguntando a los distribuidores la idea de la televisión no era tan buena...
Aunque el nacimiento de la televisión por cable en Andalucía fue un prometedor sueño, al final(al menos en Huelva) se quedó en eso: un simple sueño.
Su instalación, desde su comienzo, ha sido siempre muy complicada; y muchas han sido las razones para ello:
1) En primer lugar por las concesiones de licencias; que dependen de lo fijado en la Ley del Cable, que especifica la delimitación de las demarcaciones en las que trabajaría cada operador, además de establecer el sistema de concurso público para la adjudicación de licencias. En Andalucía operan Ono y Auna. Las demarcaciones de Ono acogerían las provincias de Cádiz y Huelva; por lo que Auna tiene la mayoría del negocio en Andalucía. Además, de la empresa de Telefónica que era operador en toda España.

2) También por su dificultad en la instalación: hay que cablear todo el trayecto hasta las propias casas de los usuarios. Con lo que supone un enorme gasto económico en infraestructuras, además hay algunos estudios que proponen las desventajas del cable, en relación con el satélite o la televisión por Internet.

3) Existe una escasa cultura de pago en la sociedad actual, acompañada de una excesiva oferta de canales.

4) Competencia de las dos plataformas digitales y de otra tecnología como ADSL, que ofrece precios y prestaciones similares.

5) Y el propio retraso de la liberación de las teleocmunicaciones, que han hecho que los inversores se hayan echado atrás.

6) Y los propios de la tecnología como por ejemplo: es un solo cable el que transmite los datos de abonado en abonado, repartiendo el ancho de banda entre ellos. Cuando se produce un uso intensivo en el mismo vecindario, la velocidad baja considerablemente.

7) La última razón, pero la primordial por la que en mi casa no se llegó a poner la televisión por cable, es que en Ono al poner la televisión por cable te instala un aparato descodificador por el que recibes la señal de las emisoras de televisión. Pero ahí está el problema: que sólo ponen un aparato que sirve para ese televisor en concreto, con lo cual si quieres poner los múltiples y maravillosos canales de todo tipo que te ofrece la parrilla de Ono, pues necesitas comprar varios receptores de ondas y ponerlos en el resto de los aparatos de televisión de la casa. Arriesgándose así a perder a menudo la señal y la calidad de la imagen. A éstas se les une las ventajas del satélite, como el precio, fácil instalación, amplia cobertura, banda ancha, etc.

Ésta última, como he dicho fue una de las razones por las que la televisión por cable de Ono no ha triunfado en Huelva. Ya que en Huelva, como en otras regiones, el antecedente de los actuales operadores de cable es el video comunitario, que surgen a principios de la década de los ochenta, sobre todo en Andalucía. Un vídeo comunitario es "la instalación que permite a varias familias vecinas el acceso al visionado de un programa a través de un magnetoscopio conectado a una antena colectiva de una comunidad" porque como venía siendo habitual la mayoría de los hogares tenían contratado esta modalidad de televisión por cable; que por un módico precio te ofrece casi los mismos canales de la de Cable de Ono o Auna y sin necesidad de tener que comprar nuevos aparatos descodificadores. Además, de que esas empresas locales dedicadas a eso se hacen cargo de la instalación de todo.

Por ello, aunque la oferta del cable ha sido, es y será muy tentadora(hay autores que no comprenden que haya tenido éxito, como Sergio Márquez), las numerosas desventajas de éste y las ofertas de los satélites y opciones de televisión por Internet(próximo objetivo de Telefónica) siguen ganando fuerza entre los usuarios; entre los que resulta más cómodo seguir con su antigua compañía como Telefónica con sus nuevas posibilidades de ADSL, o tener televisión por cable a través de los vídeos comunitarios o televisión por los satélites.

Aunque en Cádiz y Huelva, las familias han apostado por Ono; y en el resto de Andalucía por Auna. Lo han hecho por sus ofertas de Internet y teléfono, pero la televisión sigue siendo aún la discriminada en sus ofertas, apostando por la digital o la tradicional.
El triunfo de la televisión por cable: una utopía complicada de cumplir...

sábado, mayo 14, 2005

¡¡Esto no lo hagas en la red!!

En una época en la que el uso de Internet es diario y primordial para algunas situaciones, y los ‘internautas’ navegan por la red en busca de una información eficaz y veraz, en la que es importantísima la usabilidad en la red aún estos se siguen perdiendo por varias razones:


1) Una de ellas es que si se busca sobre un tema del que nada saben pues pueden escoger para su ‘trabajo’ una información falsa o desfasada en el tiempo, debido a que la información antigua pues no se quita de la red.
2) Otra es que con tantas páginas dedicadas a opiniones personales, bitácoras, diarios cibernéticos, etc; pues el internauta puede llegar a confundirse y mezclar informaciones que nada tienen que ver.
3) Los múltiples hipervínculos son otra de las razones por las que el usuario se pierde en la búsqueda de información en Internet. La gran mayoría de estos desenlazan en informaciones complementarias o que nada tienen que ver con la que se está consultando, con la lógica consecuencia de que el ‘internauta’ pierda el hilo conductor de lo que realmente buscaba.
4) Uno de los mayores errores que se cometen a la hora de escribir en la red es la utilización de fondos en colores fuertes, al mismo tiempo que un tipo de letra pequeña y de un color ‘no compatible’ con el color del fondo de pantalla.
5) Y por último, aunque hay muchas más características que no son recomendables en Internet, la estructuración de la página web es algo primordial para su usabilidad, y eficacia. Llega más una página sencilla y con una estructura simple, que las páginas llenas de recuadros, opciones, etc. Es un dato muy importante para construir una página web que sea útil para el usuario.

A continuación, después de haber expuesto algunos de los errores más comunes que tienen una gran mayoría de las estructuras de las páginas en la red, se hará una breve recomendación de lo que se debe hacer en la construcción de una página web para que su uso por los internautas sea de utilidad.


Al igual que en la redacción periodística en prensa escrita, hay que hacer unas estructuras que respondan al ideal de la buena información en la prensa: Concisión, una sola idea por párrafo, estructura lógica y simple, y un buen diseño y legibilidad; aparte de la buena redacción y el esfuerzo de selección y jerarquía de los elementos de la información; ya que en la red es mucho más complicada la redacción de una noticia, debido a los hipervínculos(hay que acertar con los enlaces que se hagan).


Porque hay que tener en cuenta que no es lo mismo escribir para la Web que para un medio impreso, algo que explica muy bien el autor Deader. Por ello es primordial la idea de usabilidad, de la que no se puede hablar sin hacer referencia a uno de los denominados expertos, Jakob Nielsen; cuyas ideas sobre cómo escribir para la red tienen gran repercusión en todo el mundo, y es tomado de ejemplo en las clases de asignaturas como Nuevas tecnologías de la comunicación, como la que nos ocupa a lo largo de este blog impartida por el profesor José Álvarez Marcos.

Así que atendiendo a los consejos expuestos arriba, en la web debe usarse un lenguaje sencillo y directo, donde se utilice la voz activa, y se evite en la medida de lo posible de los tiempos subordinados. No se debe abusar del propio texto, ya que genera fatiga visual al usuario, como máximo los comentarios deben tener una veinticinco líneas, atendiendo a la profundidad en vez de la longitud de estos.

Hablando de la CONCISIÓN: se podría decir que es importante debido a que el lector de la red lo hace un 25% más lento que la lectura en papel, además que la mayoría de las personas explora la pantalla antes de comenzar una lectura de los textos. Por último, no por ello menos importante, hay que tener en cuenta que hay que cuidar al máximo la ortografía, la gramática y la estructuración de la información. Ya que si uno de estos aspectos falla, el usuario desconfiará de la web para sus próximas búsquedas, incluso dejándola de utilizar.

En la lógica de la ESTRUCTURA y la simplicidad, anteriormente explicada, hay que tener en cuenta que:
* Se debe utilizar la
pirámide invertida, desde la información más importante a la menos relevante.
* Utilizar los títulos para facilitar la lectura al usuario. Es decir, adelantando lo primordial, para que éste decida por cuál sección pretende empezar a leer; dato muy señalado por
José Álvarez Marcos en sus clases.
* Utilización del Hipertexto, para que así de esa forma el lector que quiera pueda profundizar en la información por medio de otros textos o informaciones.

Y por último, en el DISEÑO Y LEGIBILIDAD, hay que tener en cuenta el tamaño de la letra, una medida que no sea pequeña ya que dificulta la lectura; tan solo es recomendable para los pies de páginas. En el tipo de fuente se debe utilizar las familias denominadas ‘de palo’; con una fisonomía legible(como por ejemplo la Arial). Se debe evitar, como anteriormente se ha explicado: los textos en movimientos, las ventanas de publicidad, gráficos de fondo, la utilización de un color oscuro sobre un fondo claro, como por ejemplo el utilizado por
El País(negro sobre blanco). Al igual que no se recomienda el abuso en la utilización de mayúsculas, y dar los sucesos por sobreentendidos.

Una vez cumplido estos requisitos, igual de importantes unos que otros, algo que actualmente se deja sin cuidar es la característica periodística de una sola idea por párrafo. Y lo más dejado en la red es la actualización. La actualización contínua de la página web es tan primordial ya que si el usuario entra en ella varias veces y se encuentra con la misma información pues al final dejará de utilizar esa página como fuente de información. Como por ejemplo sucede con la web del periódico de la
Universidad de Sevilla, Comunicared; que incluso como se puede ver en el enlace creado ya ni se encuentra en la red. Periódico que por causas ajenas a los organizadores de éste pues sigue sin actualizarse desde Septiembre de 2004.

Con estos datos y pautas a seguir espero que a los que visiten este blog les sirva de ejemplo para lo que se debe hacer y lo que no en la escritura cibernética. Algo que la mayoría de los alumnos NO cumplimos en nuestros blogs.

sábado, mayo 07, 2005

¿Por qué pagar por una información que ha sido gratuita?

Desde sus comienzos, la información por Internet se ha distribuido de forma gratuita. En el momento en que los diarios impresos descubrieron el auge que tenía entre los usuarios la prensa cibernética, apostaron por transformar su ideología para llevar a cabo una información gratuita y rápida a través de la red; de forma que así ofrecen un servicio copiado del impreso. Durante muchos años esta modalidad de estar informado ha ido aumentando, pero es ahora cuando se plantea el dilema de si un servicio 'copiado del impreso', antes ofrecido de forma gratuita debe ser cobrado a partir de ahora debido a las numerosas pérdidas que los diarios tienen ya que es un medio más caro y la rentabilidad de la publicidad aún no ha sido notable.
Con tanta competencia a través de la red, con medios gratuitos, weblogs, páginas especializadas en alguna información, etc; es difícil llevar a cabo un periodismo digital sin obtener pérdidas. Pero aún así, los actuales medios que han venido ofrenciendo la información de forma gratuita no pueden cambiar a un medio de pago de buenas a primeras ya que de esta forma perderán muchos lectores que buscarán esa información, antes dadas por estos medios, en otros que se las ofrezcan de igual manera en calidad, pero de forma gratuita. Como bien reitera y confirma Ramón Salaverría, " para cobrar, deben convertirse antes en fuentes sin competencia. Como es lógico, nadie está dispuesto a pagar por algo que puede encontrar gratis en otro lugar".
La mayoría de los internautas(dos tercios, alrededor de un 66%) han corroborado esta opinión de que no pagarían por una información en Internet, en una encuesta online realizada por La Vanguardia(en la que el método de acceso a determinada información es a través de suscripción, en la que después te envían publicidad a tu cuenta de correo electrónico).
Este sistema de cobro por información está siendo muy discutido hoy en día por grandes expertos en la materia, los propios medios y sobre todo, por los afectados: los internautas.
Los medios se plantean el cobrar en su totalidad, o por partes; como es el caso del periódico El País, que te ofrece titulares y entradillas gratuitas, pero para completar la información y acceder a los artículos debes estar suscrito. La mayoría optarían por la opción de cobro debido a las pérdidas económicas que supone mantener una web actualizada, pero aún se echan atrás debido al problema planteado anteriormente. Los ususarios buscarían la información en otro medio que se la ofrezca de forma gratuita. Si las empresas de comunicación se decidieran a cobrar perderían gran parte de los 'clientes' que hoy en día tienen; ya que para muchos(entre los que me incluyo) resultaría más fácil y más fiable(debido a los pirateos de cuentas de ahorros) obtener esa información de pago en el típico quiosco, que por un euro pues consigues la misma información y de forma más segura. Y si no buscases esa información del mismo medio en el versión impresa, se buscaría en otros medios que sí la ofrezcan de forma gratuita.
Cobrar por ofrecer la información en línea y actualizada sería un paso atrás para la filosofía de Internet( la información al alcance de todos). Y poniéndonos en el caso de los medios, se podría actuar de manera menos radical ofreciendo una forma de conexión a esa información en la que se establezca un convenio con las diferentes empresas que posibilitan la conexión a los usuarios, en las que en la misma cuota mensual de conexión venga incluída la posibilidad de la suscripción a esos medios, que por motivos de pérdidas económicas, quieran cobrar su información. Pero siempre ofreciendo la posibilidad a los internautas de obtener información gratuita aunque sea de forma más breve. Porque además, ningún medio puede permitirse el lujo de abandonar Internet, como bien dice Ismael Nafría en su artículo.

Los distintos modelos de negocios que actualmente están en la red: de pago (El País), mixto generalista (El Mundo), mixto con suscripción (La Vanguardia), y el abierto (la mayoría de los diarios, especialmente los locales, mantienen abierto y gratuito el acceso a todas sus páginas).
Autores como Salaverría, se muestra en contra de la opinión arriba planteada, ya que como dice en sus propias palabras: "El público se ha acostumbrado a la televisión de pago, algo que hace tan sólo 10 años parecía impensable en nuestro país. De igual manera, los medios de Internet pueden avanzar haciendo un modelo de cobro por la información. SIn embargo, ello sólo será posible si antes hacen de sus servicios y contenidos algo imprescindible para sus lectores".

Como conclusión a todo lo expuesto en este artículo, se puede decir parafraseando a José Cervera, que cobrarle al lector de internet por la información es un suicidio para el medio.