viernes, febrero 25, 2011

Pensamiento Positivo

Debería estar dormida intentando descansar para el día que me espera mañana, pero aquí estoy escribiendo como cada vez que necesito hablar y no hay nadie para escucharme.
Escribo y escribo, como hacía tiempo que no me pasaba. Mis cuadernos se han convertido en una salvación, en una tabla en medio de un naufragio que es la madrugada.
He perdido el sueño, que no mis sueños. Aunque, estos, cada vez son más difusos entre tanta realidad negativa. ¿QUé me gustaría perderme 'Camino hacia la Libertad'? Pues sí, y mucho. Pero demasiadas cosas me retienen, como la 'maravillosa' nueva Ley del Trabajo.

¿38,5 años? Claro que sí. Si pudiera. Si me dejaran... ¿Obligaciones? Si me obligaran o no tuviera más remedio que trabajar en un sector que no es el mío. Pero... ¿a quién le gusta tener que trabajar por obligación?, ¿trabajar para vivir?, o más bien, ¿trabajar para subsistir o sobrevivir?

Sí, quiero trabajar. Y quiro cotizar los años que me obligan; pero, sobre todo, quiero poder disfrutar de lo que hago para disfrutar, aún más, de lo que hago fuera del horario de trabajo.

¿Obligaciones? Sí, como el protagonista de 'El discurso del Rey', que se ve obligado a tener una buena oratoria por el bien de su país; pero en el fondo, por su propio bien y su propia satisfacción.
¿Cómo se consigue eso? --> Señor@s, como decía mi padre: TRABAJANDO, y siendo felices con lo que nos ha tocado vivir, aunque con el afán de superación sin tener que 'pisotear' al vecino.

Y ahora me pregunto, si debería estar dormida a estas horas (01:47 a.m.), ¿qué voy a soñar si mis últimos pensamientos son estos?

Creo, y recomiendo, acabar y comenzar el día, tumbad@ en la cama con un pensamiento positivo, una razón por la que continuar; algo por lo que sentir que hay que estar feliz.

Venga! No es tan difícil! Yo hoy me acuesto con el pensamiento de que "aunque en tu cielo sólo veas nubarrones, o lo cubra la oscuridad, recuerda que hay muchas estrellas allá arriba". Estrellas que te iluminan, te alegran, te guían y están ahí cuando las necesitas.

P.D: ¿Estás segur@ de que no tienes ni una sola estrella que te proteja, que brille por/para ti?

miércoles, febrero 02, 2011

Calma Apasionada

Fue en la oscuridad, donde mis manos encontraron a las tuyas. El primer contacto físico en el que se me fundieron los plomillos.
Una suave caricia entre mis dedos que provoca un dulce cosquilleo en mi nuca avisándome que si continúas, me has ganado.

Tus dedos juguetones no muestran la firmeza acostumbrada en tu profesión. Hoy tiemblas como si sostuvieras un frágil objeto que pudiera hacerse añicos.
Manos fuertes, rudas, tensas... pero suaves y delicadas como siempre son tus palabras.
Reaccionas sorprendido ante mi positiva respuesta y tus yemas emocionadas pasean por mi piel provocándome una pícara mirada.

El juego ha comenzado. Ya no puede parar. Has llegado al punto clave, aquél que me hace suspirar y con el que mis defensas puedes desmontar.
Pero me sorprendes con algo nuevo, un susurro provocado que mi lóbulo no resiste y hace que el cosquilleo provocado por tus labios, se encuentren con los míos.
Y aquí me tienes. Sin control. Perdida. Sumergida en el dulce sabor de tus besos. Tiernos, tímidos.

Pero mi corazón escucha al tuyo y ambos se impacientan. Y nuestras bocas piden aire para retomarnos con más pasión, como si se nos fuera la vida en ello.

Tu mano desciende suave por mi espalda, mientras la mía se sostiene en tu fuerte pecho para no caer en las redes de lujuria que tus besos provocan.
La pasión nos desborda. Y tus labios continúan su aventura por mi extasiado cuello, se deslizan por mi hombro dejándome al descubierto. Desarmada. Sin motivos para frenar esta locura desatada.

Mis labios sedientos, te buscan, te anhelan, te esperan. Pero no soportan la brevedad con la que se deslizan por tu mano. La mano que desencadenó todo y sitúo estratégicamente para dar un paso más en este juego.

Noto que te excitas, a la vez que vuelve a ti la confianza. Hechos que provocan a un huracán que nos llevará a alta mar. A una marejada a mar abierto, con el brusco vaivén de dos olas al chocar para convertirse ambas en un mismo mar.
Un mar atormentado que busca su victoria con el amor de estabilizar su pasión. Pasión desbordada en mitad de la nada, que nos lleva al mismo cielo sin pasar previamente por el infierno.
Y llegamos juntos, cogidos de las manos, eufóricos de placer, para descansar rodeados de nubes en medio de una calma apasionada, que desea volver a despertar.