Roma...

Porque me toca vivir sin ti,
ahora ése es nuestro camino...

Aunque no lo sepas, una tarde de evrano te cruzaste en mi destino. Sin saber porqué llegaste a formar parte de mis sentimientos en esos días de intenso calor.
Qué bello recuerdo me llevo de Trastevere: sus calles, su vida, su forma de sentir, sus colores y diversidad, y sin dudarlo un momento, TÚ.
Te llamaré Paolo porque ni tu nombre llegué a saber. Sólo la cara de pícaro y tus medias sonrisas al pasar fueron suficientes para que hoy te dedique estas palabras.
Espero volver algún día, sólo tu dulce mirada sería razón para ello...
No me importa el tiempo, tu edad o si pueda volver a encontrarte en el laberíntico camino de los sentimientos. Sólo espero, que al volver a ver tu enigmática mirada, tu sonrisa alegre y tu carácter dicharachero pueda sentir la magia de Roma...



2)

Paolo siempre me dijo que a pesar del mal tiempo siempre quedan los recuerdos para sobrevivir.
Ahora que lejos estoy de la ciudad que me enamoró, en la que me enamoré, compruebo que es cierto. Vivo de sus recuerdos, respiro por volver para sentir de nuevo su calor. No hay minuto que no eche la vista atrás y alguna imagen no se me venga a la cabeza.
Lo echo de menos, en cada paso, cada respiración, cada instante de mi vida aquí anhela la de allí.
Quizás precipitado, pero en mis pensamientos quedó grabado.
Te echo de menos, vivo de recuerdos que me acercan a ti... Que me alejan de ti.


I LOVE ROMA...