Eres el oscuro objeto de deseo. El negro azabache de tu pelo, la dulce miel de tu mirar. Esa sonrisa blanca y pura que en mi soledad me ayuda.
La belleza de tu ser reluce en tu mirada, una simple sonrisa hace que mi mente vuele hacia un destino soñado... El de tu abrazo.
Como un delicado árbol te eriges en mi camino, un refugio cuando huyo de mi destino. Eres la sombra en un caluroso y angosto día de verano; y el calor que reaviva mi corazón en las brisas del frío invierno.
La cara suave de niño hace que piense en tu edad, pero mi mente no llega a entender que a mi alcande, tú no estarás.
El dulce tacto de tus cabellos cuando recorren mis dedos, el frágil olor de tus mejillas cuando acercas tu boca a la mía...
Sensaciones que me empujan a anhelar por ese oscuro objeto de deseo que encierra tu piel.
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