Y me desperté, y seguía teniendo el dulce sabor de tu piel en mis labios. A pesar de la dulzura con la que se desarrolló la relación, un día sin más se agotó la pasión. Sí, sólo quedaron rescoldos de lo que un día llamamos Amor.
Llantos y lamentos inundaron mi diario, pero tras un tiempo volvió a brillar el sol. ¿Por qué? Pues no lo sé, simplemente me levanté y mi boca no recordaba tu sabor, mis manos habían olvidado el oloroso color de tus ojos, simplemente me levanté y no estabas ahí.
No estabas. Ni en mi mente, ni en mi alma, ni en mi subsconsciente, y lo más importante no estabas en mi despertar. Porque a pesar de las tristezas y la soledad, lo más duro es el despertar y descubrir que estás solo. Pero un día, sin saber porqué mi corazón se alegró de despertar animado y con ganas de emprender de nuevo mi camino, que hacía años había abandonado.
Porque mi vida no eras tú, simplmente llegaste para complementarla. Aún así, mi vida llegaste a ser tú en un momento en el que quizás debería haber 'sentido' de otra forma, pero nada puedo reprochar a un corazón que perdió la cabeza por un amor, que olvidó sus sueños para adaptarse a los tuyos.
Pero ese corazón, siguió latiendo, aunque a veces duela reconocerlo. El corazón, que había olvidado porqué debía seguir viviendo, una mañana recordó todos aquellos sueños por los que desde que nació había luchado, y despertado en madrugadas en busca de una razón para mantener viva la ilusión por la que llevarse tantos años sacrificado para alcanzar un SUEÑO.
Y sí, un día siguió trabajando por ello, y ahora, cuando el sol vuelve a brillar en la ventana, y la brisa del mar acompaña y da vuelo a mis alas, el Sueño se ha hecho realidad. SImplmente SOY FELIZ, no preguntes porqué, pero creo que todo lo vivido mereció la pena aunque los sueños hicieron que todo siguiera como antes, y por fin SIGA Luchando por conseguir algo más que una persona a mi lado, sino el encontrarse a uno mismo buscando la idealización de un Sueño. Sí, Un sueño....