Su sonrisa irregular ha iluminado cada segundo de mi día.

No importa cómo ocurrió,

ni siquiera si se hará realidad;

sólo importa la felicidad

e ilusión que ha conferido a mi pensamiento.

Su suave mirada contrasta con la rapidez de sus palabras

y el profundo de su silencio.

Sus ojos expresan todo aquello que deseo.

Sin más, me deshago entre sus brazos,

me desmorono en sus labios y renazco entre sus besos.

Porque nunca soñé con soñar la pareja perfecta,

con mirar la cara de alguien y saber que es ÉL quien ocupará mi corazón.

Es difícil aceptarlo, pero con el miedo al fracaso, hoy vuelvo a abrir mi corazón.

Mis pensamientos son sólo para él,

quiero disfrutar del día a día,

de cada minuto a su lado...

Porque por primera vez, no me preocupa pasar varios días sin verlo,

ya que sé que en el corazón sólo ÉL es el dueño para poseerlo.